martes, 27 de octubre de 2009

Nueva Cajamarca: partida de la expedicion Pucara 2003. Nota Revista del Espeleo Club Andino ECAPERU


Nueva Cajamarca:
partida de la expedicion Pucara 2003

Por Gilles Boutin

GROUPE SPÉLÉO BAGNOLS MARCOULE (GSBM)

"Ukupacha" El Mundo Subterráneo. Vol.1 N°1 Junio 2004, pp.70 Bulletin Hors Serie du GSBM: Special PUCARA 2003 Revista del Espeleo Club Andino ECAPERU


Nueva Cajamarca es una ciudad de 42000 habitantes (contando el centro de la ciudad y la aglomeración de comerciantes), está ubicada a 800 msnm, situada a 1300 km al Norte de Lima en el Departamento de San Martín. Pero aquí es necesario hablar de los tiempos de trayecto: desde Lima hacia Nueva Cajamarca, se necesitan 22 horas en automóvil sobre la Panamericana, ruta legendaria con sus famosos trazos derechos.
Esta es una ciudad con un paisaje idílico con todas las clases de plantas exóticas (diversas palmeras, flores de todos los colores, plantas urticantes, plátanos, etc.). Estamos en el mes de Septiembre y es el fin del invierno con una media de precipitación de 112 m. por mes, sabiendo que las temporadas de las grandes lluvias están en el verano (Enero-Febrero).
En este lugar hay pocos carros pero hay cantidad de "motocars", estas son pequeñas motos de transporte rápido con tres ruedas. No existen señales de tránsito en la ciudad y debimos poner todos nuestros sentidos para acostumbrarnos y comprender. Para bien es una ciudad muy acogedora, como muchas ciudades de América del Sur, llena de pequeños comercios, incluso venden cuerdas, pero no realizan espeleología.


















En lo que concierne a la economía local encontramos una sola fábrica: una cementera (por supuesto, sin filtro antipolución en las chimeneas humeantes) y con mucha agricultura esencialmente arroz, café y plátanos. El cultivo de arroz está realizado en las partes llanas y el resto de cultivos en zonas al pie de la montaña. El empobrecimiento a lo largo de los años de la tierra, así como la falta de lugar, obliga a los agricultores a una deforestación cada vez más importante y cada vez más alta en las faldas de la montaña. Por lo tanto, los autóctonos conocen perfectamente todas las cavernas de las distintas montañas y es con una enorme amabilidad que nos guían hasta las distintas entradas. Nos sorprende constatar que no tienen miedo de penetrar en las grutas y que van lejos, muy lejos, sin ningún equipamiento y mientras no hay dificultad técnica. Su medio de alumbrado es rústico pero eficaz: consiste en una lata de conserva aplastada en su cuello, llena con combustible y con una mecha, pero expide un humo desagradable que puede ser incluso nocivo.
El Alcalde ecologista de Nueva Cajamarca tomó conciencia de la gravedad de esta deforestación en exceso y no regulada. Quiere intentar cambiar eso pero antes deberá cambiar las mentalidades de sus conciudadanos. Su comida es a base de arroz, se adorna de judías con pepinos y un pedazo de carne (pollo, buey, cerdo), sin pan y servido con una bebida caliente estilo té o café. Paradójicamente para una región húmeda, sus viviendas están a base de madera y hojas de palmeras trenzadas en manera de techo donde colocan ladrillos de tierra mezclada con la paja y de la chapa ondulada como techo. Aquí establecimos nuestra base para la salida de esta expedición.
Cuando llegamos al lugar nuestro corresponsal peruano, tomó contacto con el Alcalde para presentar a la Expedición y pedirle su ayuda. Este último mostraba el gran interés de su municipio y nos ofreció la gratuidad de las comidas en uno de los restaurantes de lugar así como las habitaciones del hotel. Aceptamos la gratuidad de las comidas pero rechazamos el hotel, por razones de conveniencia (importancia del material, horario y ruido).
Encontramos un refugio en un pequeño municipio a algunos kilómetros de allí, es un pequeño hotel con chalés que corresponden más a nuestras necesidades, por la moderada suma de 10 soles (o sea alrededor de 20 francos) por noche y por persona.



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